Hay que tener presente que nunca hay un paciente igual a otro. La homeopatía da al paciente una atención muy particularizada y un medicamento o una serie de ellos, en función de su muy particular situación de salud. Por lo tanto, realizar en forma correcta la toma del caso es de crucial importancia para poder definir con mayor precisión el remedio homeopático correcto que requiere nuestro paciente.
Todo esto lo hacemos, con tranquilidad, sin prisas, sin interrumpir, dejando que libremente describa las molestias que le preocupan y su motivo de su consulta.
En la primera toma de contacto, revisamos y anotamos:
- Antecedentes personales
- Enfermedades padecidas desde la niñez
- Antecedentes familiares
- Enfermedades padecidas por sus padres
- Enfermedades de la piel y tratamientos que ha seguido
- Otros padecimientos actuales
Un vez finalizada esta fase de contacto con el paciente, empezaremos lo que llamamos el interrogatorio homeopático, apartado imprescindible y fundamental sin el cual no podríamos buscar el remedio individual en cada caso, ni tampoco curar a nuestro paciente.
Algunas preguntas iniciales en homeopatía son fundamentales.
- ¿Desde cuándo tiene usted este problema?
- ¿Cuál cree que fue la causa de su actual padecimiento?
- ¿Pasó algo especial en su vida en ese momento? ¿Una pena, una perdida, un susto, que cambio bruscamente y drásticamente en su vida?
- ¿Cómo lo vivió, lo puede describir?
Con estos hechos de tipo emocional, buscamos una relación con el estado actual físico o emocional. Todo esto es importante en la individualización del caso, que es el requisito fundamental para una correcta selección del remedio homeopático.