Parece que hoy en día es tendencia lo de confundir conceptos. Nos ha tocado vivir una época de revolución industrial, donde todos los avances en redes y comunicaciones de estos últimos años hacen que cada día nos llegue mucha información. Internet, redes sociales, televisión… son herramientas al alcance de la mayoría pero tanta información desordenada y aplicada tan masivamente, más que enriquecer y otorgar conocimiento produce el efecto contrario…confundir.
Trasladando esta idea al campo de la Fisioterapia, nos encontramos con el mismo problema. La formación postgrado para un fisioterapeuta es amplísima. Actualmente existen cursos de todo tipo, terapias que llevaban años desaparecidas vuelven ahora con fuerza y se ofrecen como estudios complementarios…. información, información y más información. Y la pregunta es clara: ¿Cómo hago la selección de lo que es válido y lo que no? ¿En qué campo me debo especializar? Muchos responden a esto con una frase: “Todos los cursos que realices deben presentar evidencia científica”… Evidencia científica… Es un buen concepto pero vamos a profundizar un poco más sobre él.
Evidencia científica es todo aquello que se apoya y se justifica con la ciencia para demostrar sus resultados. Hasta ahí todo bien. Me parece lo más correcto tratar de buscar una explicación lógica a las cosas para poder tener un criterio sobre lo que estamos haciendo. Pero en el caso de que haya resultados sin evidencia científica, sin una explicación racional ¿son validas esas terapias? ¿o las desechamos directamente porque la ciencia no es capaz de justificar lo que está sucediendo?
A colación de esto, quiero recordar que en 2010 otorgaron el Premio Nobel al descubridor de un nuevo material que va a producir una revolución en la fabricación de móviles, televisores e incluso preservativos. Este material es el Grafeno, que destaca por ser 100 veces más fuerte que el acero y con la misma ligereza que la fibra de carbono. Si hace unos años le hubiésemos comentado esto a un físico no daría crédito a ello ya que su conocimiento en ese momento no alcanzaba lo que hoy es una realidad. Quiero decir con esto que la ciencia evoluciona, y lo que hoy nos parece una utopía fruto de nuestro desconocimiento quizás mañana nos parezca algo cierto y tangible. Así que por tanto, Evidencia Científica SI… pero con matices.
Estos matices son la limitación de nuestro conocimiento, como ya he comentado, y por otro lado el funcionamiento del organismo del ser humano. En la mayoría de estos estudios se consideran a todos los individuos de la muestra por igual. Somos un número dentro del estudio en el que se considera que mi cuerpo va a reaccionar a la terapia exactamente igual que el de la persona que tengo al lado o al que le han tratado antes que a mí. Si no mejoro “como se espera” o como han hecho el resto de mis compañeros del estudio directamente se concluye con que esa técnica o terapia “no presenta resultados concluyentes a cerca su efectividad”. Es decir, no se individualiza ya que no se tiene en cuenta ningún factor psicoemocional (estrés, preocupaciones, episodio traumático reciente…) que pueda estar impidiendo esa “mejoría esperada del paciente” y que no llega.
Entonces volviendo a la pregunta origen: si tengo resultados sin evidencia científica ¿Qué hago? ¿Son validos?. En mi opinión y fruto de la experiencia digo SI, SON VALIDOS.
Actualmente, en mi práctica diaria utilizo la homeopatía como complemento al tratamiento fisioterápico obteniendo muy buenos resultados en la mayoría de los casos. Esta terapia se encuentra en la situación que hemos citado anteriormente, donde los físicos o químicos no son capaces de justificar el mecanismo de acción de un sistema de curar avalado con más de 200 años de historia.
A partir de aquí, son muchos los que otorgan la mejoría del paciente al famoso “Efecto Placebo” diciendo que es una mejora por sugestión de la mente, que no es una curación real…etc.
Sin ánimo de entrar en polémicas, ya que es un tema que puede dar lugar a largos debates y discusiones, mi conclusión reducida en una frase es: “Conoce, prueba, experimenta y si el efecto placebo da buenos resultados y con ello el paciente mejora, entonces aplica el efecto placebo”.